Algunos compradores eligen equipos de parques acuáticos flotantes de baja calidad o que no cumplen la normativa para ahorrar costes, pero esto suele conllevar gastos generales más elevados y mayores riesgos potenciales:
(1)Mal funcionamiento frecuente: La rotura de los deflectores internos o de las cuerdas y las fugas de aire pueden impedir que el parque funcione con normalidad, o incluso provocar paradas temporales, afectando directamente a los ingresos.
(2)Vida útil acortada: Los materiales envejecen más deprisa, lo que obliga a sustituir los equipos antes de tiempo.
(3)Riesgos para la seguridad y la imagen: La decoloración por el calor o la exposición a los rayos UV no sólo afecta a la apariencia, sino que también puede crear problemas de seguridad.
Consejo: Evalúa la calidad desde múltiples ángulos. Si es posible, visita la fábrica del proveedor. Presta atención a:
[1] Normas del material: grosor, densidad, resistencia a la tracción, resistencia al desgarro, adherencia al pelado y rendimiento antienvejecimiento.
[2] Artesanía: Pide al proveedor que te proporcione comparaciones detalladas (como fotos o casos de clientes) para demostrar sus ventajas técnicas
[3] Certificaciones: Asegúrate de que el proveedor puede proporcionar certificaciones internacionales de seguridad (por ejemplo, EN ISO 25649) para cumplir las normas del sector